Bajo la premisa de que una empresa debe buscar la máxima eficiencia para lograr una mayor rentabilidad es que se vuelve importantisimo trabajar con metodologías para la gestión y el control de los procesos de negocios, más conocidas como BPM (Business Process Management).
Esta metodología inmersa en una tecnología BPM traerá consigo múltiples beneficios, los cuales hemos sintetizado en los siguientes cuatro puntos:
1- Productividad: Al tener claridad sobre que se debe realizar (funciones, tareas, etc.) el trabajo se vuelve más sencillo, lo que permite mayor eficiencia en los procesos, colaboraciones más fluidas y equipos de trabajo mucho más efectivos. También se produce una mayor satisfacción por realizar bien el trabajo lo que genera una mejor retención de talento humano.
2- Agilidad: Rápidamente se puede diseñar, desplegar y modificar los procesos, lo que permite ser flexible a las exigencias del mercado y los clientes, sin dejar de ser competitivo y a demás cumpliendo con la normativa vigente.
3- Transparencia: Permite tener una visión global de los procesos, monitorizarlos y utilizar informes para tener un control completo sobre el funcionamiento de la organización.
4- Atención al cliente coherente: Toda la información del cliente, la resolución de los casos y cada requerimiento estará en un solo repositorio, eliminando toda posibilidad de contener información duplicada y errónea.
Mejorar la calidad, de los servicios y de la atención a los clientes, promueve sin dudas el buen desempeño empresarial y la correcta satisfacción de todos las personas que interactuan con la organización. Redundando sin lugar a dudas en una mayor rentabilidad.
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